Las
diferentes doctrinas econonómicas mayoritarias que se han impuesto en
el último siglo se centran en una visión por la cual el crecimiento tiene que apuntar hacia el infinito. Con limitaciones obvias, en el mercado del ocio electrónico imperan los techos y los topes. A Pokémon GO
le está sucediendo eso. Todo lo que tiende a subir rápidamente, rápido
se desvanece. El juego móvil basado en la tecnología de realidad
aumentada que ha causado furor en los dos últimos meses ha comenzado a perder masa de usuarios.
La
«app» que recrea este universo animado y que anima a los usuarios a
«cazar» criaturas virtuales por la calle reduce su impacto y acaba de adentrarse en una desaceleración constante en las últimas semanas.
Una situación cuanto menos esperada y, por supuesto, obvia. Mantener el
ritmo de crecimiento registrado en un primer impacto es muy difícil y
los datos indican que el juego desarrollado por la compañía Niantic
entra en un nuevo estado de estabilización y permanencia de una
comunidad más o menos fiel.
Según un estudio de la firma Axiom Capital Management, el juego móvil
ha pasado de 45 millones de usuarios obtenidos en julio a 30 millones
recientes. Unos datos similares a los ofrecidos por SurveyMonkey y
Apptopia, que confirman que un uso diario y unas descargas con tendencia a la baja,
aunque el juego hapermitido dar a conocer de forma masiva la
tecnología de realidad aumentada entre los ciudadanos menos
familiarizados con los avances tecnológicos, lo que puede favorecer al
empuje de dispositivos que recrean este tipo de experiencias inmersivas.
El
informe recoge que la recomendación de los usuarios también ha caído en
las últimas semanas. Actualmente, el 60% de los que se descargan la
aplicación deciden propagar sus satisfacción. «Dado el rápido aumento
del uso de Pokémon Go desde su lanzamiento en julio, los inversores han
estado preocupados acerca de si esta nueva experiencia de usuario supone
menos tiempo dedicado a otras aplicaciones móviles», señala Victor Anthony, analista de Axiom Capital Management.
Pokémon
GO, pese a todo, continúa introduciendo ligeras novedades con
sucesivas actualizaciones del software de cara a mantener esa curva de
adopción al alza por parte de los usuarios de aplicaciones. La última ha
permitido que los tres entrenadores virtuales que forman parte de la
mecánica del juego ofrezcan estadísticas más elaboradas a la hora de
acceder a combates en las zonas denomiandas «Gimnasios».
Las
diferentes doctrinas econonómicas mayoritarias que se han impuesto en
el último siglo se centran en una visión por la cual el crecimiento tiene que apuntar hacia el infinito. Con limitaciones obvias, en el mercado del ocio electrónico imperan los techos y los topes. A Pokémon GO
le está sucediendo eso. Todo lo que tiende a subir rápidamente, rápido
se desvanece. El juego móvil basado en la tecnología de realidad
aumentada que ha causado furor en los dos últimos meses ha comenzado a perder masa de usuarios.
La
«app» que recrea este universo animado y que anima a los usuarios a
«cazar» criaturas virtuales por la calle reduce su impacto y acaba de adentrarse en una desaceleración constante en las últimas semanas.
Una situación cuanto menos esperada y, por supuesto, obvia. Mantener el
ritmo de crecimiento registrado en un primer impacto es muy difícil y
los datos indican que el juego desarrollado por la compañía Niantic
entra en un nuevo estado de estabilización y permanencia de una
comunidad más o menos fiel.
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